martes, 12 de junio de 2012

11 de Junio de 2012.



Abre una nueva exposición sobre Edward Hopper en el Thyssen. Hay que ir a verla. Más allá de sus archifamosos cuadros me llamó la atención el "New York office". Cómo con 4 pinceladas es capaz de plasmar la sensualidad de la cara de la rubia.
Edward Hopper: "New York office"

Seguro que más adelante volveré a Hopper pero vamos, al grano. Es hora de pintar.
Llego al taller nerviosillo y con ganas de volver a mirar el cuadro, a ver si no cambio de opinión sobre la cara al verlo. Llego, lo miro y... ¡SÍ!
Ahí está esa cara. No desentona, no se te va irremediablemente de mirada a ella. Puedes elegir no verla. Eso es buena señal. Me gusta. La doy por terminada. 
¡Qué guerra me has dado!


Hoy estoy yo sólo. Clases particulares.
Mientras me voy preparando, comentamos el tema del día: Rafa Nadal y su 7º Roland Garros ¡Qué alegría! Y lo mejor de todo, una alegria sana, nos alegramos POR ÉL. No es porque haya ganado en París (¡toma!) al Serbio (¡TOMA, TOMA!), bueno, un poco sí.
"¿Y de alonso qué me dices?" - digo mientras empiezo a mezclar grises una vez más.
- "Bueno, no estuvo tan mal, teniendo en cuenta que al final es todo cuestión de suerte, pudo ser peor. Yo soy fan de Alonso, pero "E." es más que fan. Sólo Maradona está por delante en su ránking.

Tango muchas ganas de terminar la mitad derecha del cuadro y me pongo a la faena de pintar la mugrienta cadena y el plato. Cuando acabe eso ya sólo me queda la parte izquierda, que me tiene preocupado... (vaya idea eso de que se "despegue" hacia atrás...) Pienso que al final la cagaré (siempre tan optimista) y no habrá quien entienda el cuadro. Pero es un ejercicio y me fío de "E."
¿Porqué me empeño en querer pintar con tanto detalle si luego lo miro y me parece infantil?  Me viene Hopper a la cabeza: Lo importante es la luz, el color. Simplificar las formas aunque parezca inacabado. Aunque esté inacabado. 
Como decía Antonio López ante un cuadro inacabado: " Ahí queda". ¡Qué parco y que claro, el jodío! 
Como casi siempre, lo simple es lo más complicado.
(Por cierto, creo que me estoy enrollando. Me propuse no alargarme)
Y mientras yo voy pintando algo, "E." empieza a ver la selección de fotos que llevo en el Ipad. ¡Qué bien, le gustan!, y además se parte de risa (le viene bien). Y yo me doy cuenta de lo afortunados que somos por haber viajado tanto.
Antes de irme quiero plantear el lado derecho para ver qué rara pinta va a tener. Y le hago la foto de rigor.
Estado del cuadro a 11 de Junio de 2012
Ya en casa, miro la foto y... ¡vaya!, veo un par de fallos de bulto que habrá que corregir.


El aprendiz.




4 comentarios:

  1. Cuál par de bultos??... Esta que está acá, le parece que el cuadro te está quedando super bien :)

    Katmarce--
    submarinopimienta.blogspot.com

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    1. "fallos de bulto". Quiero decir fallos grandes.
      El fondo que queda justo detrás de la bicicleta me quedó muy claro con respecto al resto del fondo. Y alguno otro que ya no recuerdo, :-)

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  2. No recuerdo en cuál de las entradas anteriores lo mencionaste, pero muy acertado eso de que el cuadro se termina, hasta que el pintor lo decida...

    Lo mismo me pasa cuando escribo... Me he dado cuenta que nunca hay texto perfecto para mí y si no es porque digo: "carajo, esto se queda así"... nunca me decidiría a dar por terminado mis escritos jejeje...

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  3. Que frase tan cierta... "casi siempre, lo sencillo es lo más complicado"... A veces nos cuesta tanto "entrarle" a las cosas sencillas y se van postergando.

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