lunes, 8 de abril de 2013

1 de abril de 2013. Ofuscación.

Parece que en todo trabajo hay un momento de ofuscación, o varios, en los cuales no sabes cómo seguir y, por más que te orienten y te aconsejen, no entiendes y te bloqueas. Los que me leéis recordaréis que esto ya me ocurrió a mí con la cara de mi "querido chino". El otro día me volvió a ocurrir. También con una cara, esta vez la de mi querida hija.

Al llegar a clase, cansado del día (como últimamente), me topo de frente, sin anestesia, con otro problema de tonos. Los claros y los oscuros otra vez. 
Como en la clase anterior, me dispongo a corregirlo. Pero cuando corrijo uno, veo otro, y otro... errores encadenados... 
Me da la sensación de que tengo que corregir uno detrás de otro, ¡y así media cara!

Me cabreo.

E. trata de explicarme que no es así, pero yo me agobio más y más. Me he bloqueado y no entiendo lo que me explica.  Para que me relaje un poco, E. me recomienda que deje eso y empiece con otra cara, pero yo no quiero. Me niego. ¡Quiero terminar con ésta de una vez!


En casa tenemos un cuento  que se llama "¡Soy un DRAGÓN!"

Sinopsis: Mamá ha dicho otra vez ¡No! ¡Siempre hace lo mismo! No me parece justo. Y me enfado. Y cuando me enfado me convierto en un dragón que lo destroza todo a su paso

Es un libro educativo, muy bueno para que el niño comprenda qué le ocurre a él y a las personas que le rodean cuando tiene una "rabieta". Al transformarse en un dragón deja de escuchar y sólo grita... hasta que al final se queda sólo porque los demás se asustan. Entonces se da cuenta, llora, vuelve a ser un niño y sus papás le abrazan de nuevo. 

Lo que yo tuve el otro día es una "rabieta" en toda regla.

Trato de reconducir mi frustración y me tranquilizo un poco.
Llegamos a un acuerdo, yo prometo tranquilizarme y hacer caso a E., pero quiero seguir con con la boca de la niña. 

Entonces buscamos un "truco" con un tono intermedio (entre el claro y el oscuro que están cambiados). Es como un "parche", pero soluciona el fallo de tonos.
Este parche da resultado y la cara se equilibra de nuevo. Ya puedo avanzar. 
Llegado el momento de terminar la clase, he progresado algo, pero poco, muy poco. 
Detalle del cuadro a 1 de abril de 2013

La boca no me gusta demasiado, pero tiene arreglo, creemos. Podía haber sido peor. Al menos he seguido adelante.
Como veis, sigo mostrando su cara. No porque no se parezca, sino porque aún es una "desconocida". Lo pienso y llego a la conclusión de que a la hora de reconocer a alguien, los ojos lo son todo...

Hoy he mirado la fecha en que comencé este trabajo: 26 de noviembre de 2012. Hace ya mucho tiempo y queda tanto por pintar aún... 

Mi compañera C. ha estado callada todo el rato, escondida detrás de su lienzo. Yo creo que un poco sorprendida de mi reacción. Luego me dice que ella tampoco tiene un día muy inspirado, que no acierta con los colores. Un día, si ella me da permiso, os enseñaré su trabajo. 


El aprendiz.



10 comentarios:

  1. Nosotros tenemos un término que usamos cuando estamos haciendo un trabajo y no logramos continuar. Cuando decimos que estamos "embotados" es el momento de pensar o hacer otra cosa durante un rato para poder retomar la tarea.
    Tranquilo, con ayuda y los consejos de E. seguro que lo vas a lograr. Mira cuánto has avanzado... no conozco a tu hija, pero distingo bien la cara de una niña.
    Ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "Embotado", sí, aquí también se utiliza, y describe perfectamente el estado de bloqueo. En mi caso, se sumó el agobio al bloqueo, jajaja.
      Gracias.

      Eliminar
  2. Ya veo que también sos un poco terco jajajaja... No es una crítica directa, porque el consuelo es que somos igual en ese aspecto. A mí también me pasa que cuando deseo terminar algo difícil, me bloqueo y desespero un poco al no poder avanzar al ritmo que quisiera. Creo que ahí toca aplicar la famosa "paciencia" (la que siempre es escasa en mí). Seguro por eso mismo me encuentro con frecuencia ante situaciones en donde debo respirar y aceptar que no todo se puede solucionar en el momento en que YO quiero.

    Saludos,
    Katmarce--
    submarinopimienta.blogspot.com

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un poco terco no... soy bastante terco, jaja. Cierto es que de joven lo era más. Ahora trato también de respirar profundo y aceptar lo que viene...

      Eliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  4. El ser terco no es algo malo si se sabe encauzar la terquedad hacia buenos derroteros. En cierta ocasión Uno de los capitanes que tuvieron la suerte de gobernarme, topó con un guardiamarina, que insistentemente cada vez que avistabamos el puerto ded Cadiz desde alta mar le dicía:"Señor, que bonito debe ser Cadiz, ya se que no podemos fondear para visitarlo, pero que bonito debe ser" Una y otra vez lo mismo, incluso en una ocasión el Capitan le obsequio con un libro que hablaba y mostraba imagenes de Cádiz.Se llamaba "El pequeño mundo de Cádiz". El guardiamarina, leía y releía el libro hasta desgastar las hojas del mismo y sus ojos de tanto leer. Hasta que un día vió que me realizaban maniobras de aproximación a la mismísima bahía de Cádiz. El Capitán había llegado a la conclusión de que tal como se había mostrado la terquedad del guardiamarina merecía un premio. Me fondearon y el Capitan con el guardiamarina partieron hacia la ciudad de donde volvieron pasados dos días ambos maravillados de la ciudad y sus encantos. Pero lo mejor de la historia es que el Capìtán tambien estaba deseando bajar a tierra. Tampoco conocía Cádiz.Si el guardiamariana se hubiera mostrado impertinente muy seguro hubiera dado un paseito por mi roda. ¡Que cosas!. BOUNTY

    ResponderEliminar
  5. te voy a contestar en este comentario a tus ultimos tres post que acabo de leer.
    ME HA ENCANTADO tu "ensayo" sobre el hiperrealismo.Porque a lo tonto...has hecho un ensayo sobre ese tema.He aprendido mucho, me han gustado muchisimo los cuadros que has mostrado y todas tus explicaciones y opiniones son muy acertadas.A mi personalmente, no me gusta lo "hiperreal", no porque no lo valore sino porque la realidad me abruma y me aburre. Prefiero algo por encima de lo real. Algo diferente. Muchas gracias por ese post.
    En cuanto al ultimo...que decir sobre tus "cabreos"...lo llevamos en la sangre, desgraciadamente...Yo al contrario que BOUNTY creo que ese caracter no nos favorece.Yo y mi cuerpo lo sufrimos. Creo que igual que te pasa a ti. Todas nuestras tensiones y enfados y prontos...las "expulsamos" de mala manera y nos impide avanzar y vivir con tranquilidad las cosas que nos pasan. Efectivamente la edad nos tranquiliza, nos da una perspectiva, nos enfrenta hacia lo que nos queda y vemos que no merece la pena vivir la vida con estas tensiones. Aun asi...lo llevamos en la sangre. Hay que aceptarse y como bien dices "respirar".besos y animo.
    por cierto...muestra las caras...ya practicamente se ven casi perfectamente.A tus hijas les encantará. espero que sepas quien soy. Soy I...por si acaso....

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Bueno, bueno! Tu comentario sí que me ha encantado. Veo que te va más la realidad transformada, como a mí. El surrealismo te tiene que gustar, por tanto. Sobre el carácter, bueno, ya nos conocemos bien unos a otros y casa uno a sí mismo. Con el tiempo se va modelando el carácter que cada uno tiene, y no es ni bueno ni malo, es el que uno tiene, jeje.
      Y, por cierto, ¡claro que sé quien eres!, no hacía falta la inicial. :-) GRACIAS por comentar pero sobre todo por leer. Un beso.

      Eliminar