Necesito descansar.
Más que otros años. He llevado más carga este año. Descansar de trabajo, de embotellamientos, de responsabilidades laborales, y también de pintar.
Necesito escuchar más.
Escuchar y esperar a que el otro termine. Acoger lo que se me dice, y sólo entonces contestar.
Necesito no dar tantas vueltas a las cosas.
Necesito entender.
Sí, soy un poco cuadriculado. Necesito entender -casi tocar- lo que se me explica para poder asumirlo e interiorizarlo. Si no entiendo algo, no lo aprendo, y difícilmente podré aplicar ese conocimiento después. La fe la dejo para las cosas de Dios.
Necesito que se me entienda.
A estas alturas de mi vida, empiezo a sentir cada vez más la necesidad de que se me entienda y de no tener que explicarme con tantos argumentos para que se me tenga en cuenta. De que los otros se pongan en mi lugar alguna vez.
Necesito vacaciones.
Tenía pensado no hablar del cuadro, pero creo que os lo debo a los que me leéis.
Terminé a la niña de la izquierda (sin ojos)
Me gusta mostrarlo en este formato:
Detalle de la cara de la izquierda: Del 10 de junio al 22 de julio de 2013 (¡6 semanas!) |
Y acometí los ojos, casi ya sin "gasolina".
Finalmente, y con gran esfuerzo (y aguante, por parte de tod@s), dos de mis hijas por fin miran con sus ojos.
Detalle de los ojos de la niña de la derecha. 22 de julio de 2013 |
Detalle de los ojos de la niña del centro. 29 de julio de 2013 |
Pero en septiembre nos volveremos a ver, cariños.
El Aprendiz.